La religión de Tenrikyo fue fundada el 26 de octubre de 1838, cuando Tenri-O-no-Mikoto- Dios Padre-Madre - entrando en el cuerpo de la Fundadora, Miki Nakayama - Oyasama-, nos reveló su deseo de salvar a toda la humanidad.
La Fundadora, Oyasama, nos dejó las enseñanzas por escrito en los Textos Sagrados Ofudesaki (Punta de la Pluma) que empezó a ser escrito en el segundo año de la era Meiji (1869) y Mikagura-Uta (Himnos Sagrados). Personalmente nos enseñó el Tsutome (Servicio Sagrado) para la salvación universal, y nos concede el Obiyayurushi (Don del Parto Feliz) y el Sazuke (Don Divino) para librarnos de los sufrimientos y enfermedades.
Uno de los aspectos de mayor relevancia de Tenrikyo es el Don del Sazuke, Don divino, los creyentes reciben este sacramente en la Ciudad Sede, que se ubica en la prefectura de Nara. A través de Sazuke los creyentes de Tenrikyo buscan el bienestar de enfermos y de personas que sufren y se transmite la enseñanza al mismo tiempo.
El Ofudesaki nos enseña: "Este universo es el cuerpo de Dios. Reflexionadlo paso a paso en todos los asuntos." Es decir, Dios Padre-Madre nos protege constantemente tanto en el universo como a todos y cada uno de nosotros sus hijos. Y también, "Todo cuerpo humano es un préstamo de Dios. ¿Con qué pensamiento lo estáis usando?."
Oyasama nos enseñó que el cuerpo es un préstamo de Dios, una cosa tomada en préstamo por nosotros. Pero, sin comprenderlo, tendemos a usar nuestro espíritu en contra de la voluntad divina que desea la paz y alegría de todo el mundo. Es decir, poder gozar del uso libre del cuerpo o sufrir con él depende de la disposición espiritual de cada uno.
Asimismo nos dice: "Para comprender reflexionad desde el fondo del corazón. Salvando a otros os salvaréis." Nos hace reflexionar y tomar conciencia de que todos nosotros somos hijos de Dios, y al mismo tiempo, hermanos y hermanas que debemos ayudarnos mutuamente para llegar a la Vida Plena de Alegría. Esta disposición espiritual se manifiesta en actos sinceros de agradecimiento a Dios (hinokishin) que dan como resultado la alegría de los demás.
"Ashiki o harote tasuke tamae, Tenri-O-no-Mikoto (Limpiando los males, sálvanos, Tenri-Ô-no-Mikoto.") Recitando este verso durante el Servicio Sagrado que celebramos por la mañana y por la tarde estamos limpiando el polvo espiritual acumulado en nuestro corazón. Es el modo que Oyasama nos enseña para realizar el camino de la plena salvación que nos conduce a la "Vida Plena de Alegría". Al mismo tiempo nos enseña: "Cuando Dios haga la limpieza de todos por igual, los corazones se animarán llenos de alegría". Así, lo más importante es la limpieza diaria de nuestro espíritu usando la guía divina.
En 1543 un barco portugués en ruta a China llega a la isla de Tanegashima en el sur de Japón, introduciendo las armas de fuego a ese país.
Un reto importante que tuvo que enfrentar la clase política fue la naciente clase emprendedora. El ideal gubernamental de una sociedad agraria falló ya que no era compatible ni realista con la nueva distribución comercial. Una serie de sequías y por lo tanto pérdida de cosechas completas dieron como resultado veinte grandes hambrunas entre 1675 y 1837. El malestar entre los campesinos aumentó y para finales del siglo XVIII protestas masivas contra impuestos elevados y escasez de comida se volvieron casi rutinarias. Familias ahora sin hogar se volvieron en granjeros arrendatarios mientras que los pobres de las zonas rurales se desplazaron a las ciudades. Como la fortuna de las antes familias acomodadas disminuyó, otros pudieron acumular más tierras por lo que surgió una nueva clase granjera acomodada. Las personas que pudieron beneficiarse fueron capaces de diversificar su producción y contratar empleados, mientras que otros quedaban disgustados.
Para la década de los 1830's existía un sentimiento generalizado de crisis. La hambruna y los desastres naturales tuvieron grandes consecuencias en la población. El malestar generalizado derivó en una revuelta de campesinos es contra de oficiales y mercaderes en Osaka en 1837 y aunque esta revuelta tan sólo duró un solo día, causaron un efecto dramático general.
En 1854 Japón firma un Tratado de Paz con EE.UU. y el siguiente año con otros países, abriendo los puertos de Hakodate, Shimoda y Nagasaki. En 1858 firma un Tratado de Amistad y Comercio con EE.UU. y después con 4 países (Holanda, Rusia, Inglaterra, Francia). Estos Tratados, llamados Tratados de Ansei, le eran desfavorables, pues le impedían poner aranceles a los productos importados, y otorgaba extraterritorialidad a los ciudadanos extranjeros que quedaban sujetos a las leyes de su país y no a las de Japón.
En 1868 termina en Japón el período de Tokugawa Bakufu y empieza la Restauración de Meiji, con el país en marcha hacia su modernización para evitar ser avasallado por las potencias occidentales, como estaba ocurriendo con los demás países asiáticos. Los japoneses aprendieron rápido las tácticas occidentales y en 1876 obligan a Corea a concluir un Tratado abriendo ese país al mundo exterior. Japón también incursiona en China, por esa época cada vez más asediada por las potencias occidentales, la cual termina cediendo más ciudades y puertos a Occidente.
En 1894, por una disputa sobre la creciente influencia de los japoneses en Corea (a la que China se oponía) Japón hunde la flota naval china en el mar de Corea y toma la provincia de Liaodong en el Noreste de China. Por el Tratado de Shimonoseki de 1895 China cede Taiwán a Japón y además le abre más puertos en su territorio. Sin embargo, Alemania, Francia y Rusia fuerzan al país nipón a que devuelva la Península de Liaodong a China.
De esta forma, hacia finales del siglo XIX todos los países del Este Asiático, excepto Japón y Tailandia, habían devenido en colonias de las potencias occidentales. De los otros dos países que no eran colonias de los europeos, China estaba ocupada en algunas partes de su territorio por estas potencias y por Japón; y Corea, bajo la creciente influencia de este último, terminaría años más tarde convertida en su colonia.
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